Revelando los secretos de la creatividad
Conozcamos el YO creativo
¿Alguna vez te has preguntado cómo surgen las ideas más brillantes? ¿Crees que la creatividad es un don que solo tienen algunas personas con mucha suerte? ¡Déjame decirte que no hay nada más lejos de la realidad!
¡La práctica hace al maestro creativo…pero la investigación también!
La creatividad es una habilidad que todos podemos desarrollar e ir perfeccionando en el camino siguiendo una estructura que nos permita ir recopilando conocimientos e ir imaginando escenarios, algo así como armar un rompecabezas en el que vas cogiendo piezas y probando en dónde debe ir cada una de ellas, hasta que logras tener la imagen completa. Esa es la práctica adecuada.
En el blog de hoy, queremos desmitificar el proceso creativo y mostrar cómo se puede liberar todo el potencial creativo que tenemos y crear ideas, diseños y textos que impacten.
El mito de la musa: ¿Y si no hay musa?
Desde tiempos muy antiguos, se ha romantizado la idea de la inspiración divina, de que la musa visita al artista y su sola presencia lo ilumina y lo llena de las mejores ideas que puede ofrecer. Sin embargo, diferentes investigaciones científicas han demostrado que la creatividad es un proceso cognitivo complejo que implica una serie de etapas.
No pretendemos desdeñar a las musas o a esos momentos de máxima inspiración que suelen presentarse porque, sin duda, juegan un papel importante en el proceso creativo, pero podemos afirmar que no son los únicos factores y definitivamente no son los más importantes.
La investigación: La base de la innovación
Antes de que podamos dar rienda suelta a nuestra imaginación y a las ideas creativas que tanto buscamos, es fundamental empezar una investigación a fondo de nuestro tema.
Los conocimientos que nos da la investigación se convierten en herramientas necesarias para generar ideas originales y significativas. Son finalmente parte de las piezas de ese gran “rompecabezas” que queremos armar.
Investigación bibliográfica: Sumérgete en libros, artículos científicos, blogs y otros recursos relevantes que puedan sumar a tu proyecto y que te den una visión amplia sobre el tema que vas a abordar. Esta es la “carnecita” con la que vas a trabajar.
Investigación de campo: Sal al mundo y observa a las personas, sus comportamientos y sus necesidades. Nada mejor que ver lo que ocurre a tu alrededor y no quedarte dentro de un ordenador o en tu celular. Conviértete en ese curioso personaje que observa todo lo que ocurre en su entorno.
Investigación experimental: Realiza pruebas y experimentos para descubrir nuevas posibilidades y soluciones. Tienes que ser ese cheff que mezcla sabores y los prueba o ese diseñador de modas que usa diferentes texturas y materiales en los atuendos que crea. Mezcla, prueba y vuelve mezclar.
Investigación vivencial: Vive la experiencia en primera persona para obtener una comprensión más profunda del problema. Si quieres saber que pueden sentir las personas ante determinada situación, nada mejor que averiguarlo por ti mismo. Sé el primero en mojarse con la lluvia.
Ejemplo: Antes de diseñar una nueva aplicación de meditación, un equipo de diseño podría investigar estudios sobre la psicología del bienestar, realizar entrevistas a usuarios de aplicaciones de meditación y probar ellos mismos diferentes técnicas de relajación.
El paso a paso
Hay varias etapas del proceso creativo, y quizás cada persona pueda tener su propio proceso, pero hoy planteamos 5 etapas que consideramos son las principales dentro de este mundo de nuevas ideas.
Investigación
Encárgate de tener un “cimiento sólido” sobre el que vas construir.
Define un objetivo claro: ¿Qué problema quieres resolver? ¿Qué quieres comunicar?
Busca información relevante: Utiliza herramientas de búsqueda, bases de datos, bibliotecas y otros.
Organiza la información: Crea mapas mentales, tableros de inspiración, etc.
Inspiración
No deseches ninguna idea. Todo sirve.
Brainstorming: Genera una gran cantidad de ideas sin desdeñar ninguna de ellas. Esto puede hacerse de manera individual o grupal.
Mind mapping: Conecta diferentes ideas en busca de obtener una gran idea principal.
Analogías: Compara un problema con otro para encontrar soluciones innovadoras y disruptivas.
Revisión
Quédate con las ideas más prometedoras.
Evalúa la viabilidad: ¿Es una idea realista y alcanzable? ¿Cuento con las herramientas, presupuestos y recursos necesarios?
Identifica los puntos fuertes y débiles: ¿Qué puede funcionar y qué no?
Considera las implicancias: Identifica si tu idea cumple con el objetivo y logra transmitir el mensaje de manera correcta o si podría desvirtuarse.
Elaboración
Es momento de armar el rompecabezas.
Crea un prototipo: Realiza una primera versión de tu idea.
Pide feedback: Escucha las opiniones de otros, siempre es una buena idea. Cada quién aportará desde su experiencia, conocimientos, costumbres, etc.
Interacción
Revisa, imagina escenarios y corrige.
Mejora continua: Realiza los ajustes y mejoras necesarias, tantas veces como sea posible, para obtener la mejor versión.
El resultado final
Ya le diste vida a tu idea, ahora comunícala.
Presenta la idea de manera efectiva: Utiliza un lenguaje claro y conciso e imágenes atractivas.
Superando el bloqueo creativo: Consejos prácticos
El bloqueo creativo es un obstáculo común que todos enfrentamos en algún momento. Aquí tienes algunas estrategias para superarlo:
Cambia de entorno: Un cambio de escenario puede estimular tu creatividad.
Toma un descanso: A veces, simplemente necesitas despejar la mente.
Colabora con otros: Trabajar con otras personas puede darte nuevas perspectivas.
Practica la atención plena: La meditación y el mindfulness pueden ayudarte a concentrarte y a reducir el estrés.
Cultivando la creatividad a diario
La creatividad es como un músculo: cuanto más la ejercites, más fuerte se volverá. Aquí tienes algunos hábitos que puedes incorporar a tu rutina diaria:
Lee regularmente: La lectura expande tu vocabulario y te abre la mente a nuevas ideas.
Visita museos y galerías de arte: Inspírate en el trabajo de otros artistas.
Aprende algo nuevo cada día: Mantén tu mente activa y curiosa.
Experimenta con diferentes medios creativos: Dibuja, pinta, escribe, toca un instrumento...
Conclusión
La creatividad no es un don mágico, sino una habilidad que se puede desarrollar, fortalecer y perfeccionar. Al comprender el proceso creativo y al aplicar las estrategias adecuadas, podrás generar ideas innovadoras y crear diseños que realmente destaquen.